Resumen y notas del libro Céntrate (Deep Work) de Cal Newport
Aquí algunas notas sobre los principales puntos de este libro que trata de convencernos de dejar todas las distracciones mundanas para poder trabajar/estudiar con profundidad y marcar la diferencia.
Antes de entrar en materia, algunos conceptos básicos:
Trabajo a fondo: actividades profesionales que se llevan a cabo en un estado de concentración desprovisto de distracciones, de tal manera que las capacidades cognitivas llegan a su límite máximo. Este esfuerzo crea valor, mejora las habilidades y no es sencillo de replicar. Trabajar a fondo es necesario para extraer hasta la última gota de valor de nuestra capacidad intelectual. Trabajar profundo o a fondo es el tipo de esfuerzo que se requiere para así destacar en un campo exigente. Se sabe bien por qué los trabajadores están perdiendo su familiaridad con trabajar a fondo: las herramientas (WhatsApp, RR. SS., Reddit, Hacker News, leer y responder correos…). En medio de este ámbito de atención fragmentada es muy difícil llevar a cabo un trabajo profundo, que requiere de largos períodos de actividad intelectual ininterrumpida. Es una destreza que tiene un gran valor en la vida moderna (aprendizaje e impacto). Es una aptitud crucial para cualquier persona que quiera avanzar en una economía de la información globalmente competitiva, que tiende a dejar de lado a aquellos que no ejecutan correctamente la tarea. 3 o 4 h/día, 5d a la semana, de trabajo concentrado e ininterrumpido producen resultados muy valiosos.
Trabajo superficial: constituido por tareas que son exigentes desde el punto de vista cognitivo, tareas de tipo logístico que se suelen ejecutar en medio de distracciones. Estos esfuerzos por lo general no crean valor en el mundo y son fáciles de replicar.
El libro está dividido en 2 partes.
La primera de ellas: «La idea», nos explica el valor de ese trabajar a fondo, de la capacidad de no distraerse y desplegar toda nuestra capacidad cognitiva en tareas exigentes.
En una economía del conocimiento y la atención como la actual, la capacidad de desarrollar trabajo profundo es muy valiosa, eso es innegable, prácticamente supone un superpoder y un requisito para el éxito o el avance en nuestra carrera profesional. Convertirnos en esa superestrella implica aprender rápidamente cosas difíciles y producir a nivel superior (es decir, con calidad y rapidez).
Según el libro, los principales grupos que prosperarán en esta nueva economía serán:
Los trabajadores «altamente cualificados»: personas que tengan la capacidad para trabajar con máquinas cada vez más complejas y obtener de ellas valiosos resultados.
Las superestrellas: las personas más talentosas en su campo.
Los propietarios: personas que poseen el capital para invertir en las nuevas tecnologías.
Ley de la productividad –> Trabajo de alta calidad producido = (Tiempo gastado) x (Intensidad de la concentración)
Según esta fórmula, la calidad de nuestro trabajo es la multiplicación del tiempo invertido por la intensidad de la concentración durante este tiempo. Una ley básica que nos permite introducir un nuevo concepto: el residuo de atención.
El residuo de atención se define como «la pérdida de concentración y capacidad de trabajo profundo al pasar de una tarea a otra constantemente, haciendo multitasking«. Cada vez que te detienes para revisar Instagram y vuelves a la tarea, desperdicias parte de tu concentración. Si esto se repite de forma frecuente a lo largo del día (como suele ocurrir), el residuo será enorme y la pérdida de atención, también. Así que, cuidado con las interrupciones tontas, que luego se acumula la basura.
La segunda parte: «Las reglas», se centra en cómo aplicar lo anterior, para eso, da una serie de rutinas centradas en 4 principios.
Regla 1: Trabajar con profundidad
A la hora de trabajar de forma profunda, existen distintas filosofías. Estas son las principales:
- Filosofía monástica: busca maximizar la productividad, eliminando o reduciendo drásticamente las obligaciones superficiales. Ideal para personas que se centran en una tarea definida y muy clara durante su vida.
- Filosofía bimodal: el trabajador divide su tiempo de tal forma que dedica porciones definidas a laboras profundas y, el resto, puede dedicarlo a labores superficiales. Es efectiva para personas que no pueden triunfar sin tareas superficiales, pues son de vital importancia para su trabajo.
- Filosofía rítmica: defiende generar un ritmo en el trabajo profundo, a través de hábitos pautados y repetidos (los cuales planifican el tiempo y tipo de trabajo profundo a lo largo del día). Se diferencia de la bimodal en que esta no se sustenta en hábitos.
- Filosofía periodística: forma avanzada de organización del trabajo profundo, ya que consiste en aprovechar cualquier pequeña franja de tiempo para entrar en un estado de profundidad (es la que sigue el autor).
Ritualiza
Cada una de estas filosofías tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que deberás valorar cuál te conviene más. No entraremos en demasiados detalles en cada una, pero sí que nos gustaría hacer hincapié en la importancia de crear un ritual de trabajo profundo. Este ritual debe incluir los siguientes aspectos:
– Dónde y cuánto tiempo vamos a trabajar.
– Cómo vamos a hacerlo (planificación, estrategia, prioridades, etc).
– Cómo vamos a apoyar el trabajo y hacerlo más sencillo (café, té, comida, etc).
Además, tan importante es planificar el trabajo como su final. Para ello, Newport se vale de un ritual de cierre, una serie de pasos que se realizan al acabar la jornada de trabajo y permiten descansar la mente hasta el día siguiente.
¿Qué sueles hacer tú? Algunas ideas: organizar el día siguiente, guardar el portátil y alejar el móvil o reducir su uso, hacer algo de deporte, leer…
El trabajo profundo en equipo
Trabajar profundamente requiere trabajo individual, pero no excluye la colaboración con otros. Para aplicar la profundidad con un equipo, Cal se vale del Efecto del tablero.
El Efecto del tablero es una práctica que permite trabajar profundamente junto a otra persona, la cual comparte tu mismo tablero o proyecto, a través de una comunicación espaciada y períodos de trabajo profundo para complementar los avances y hallazgos de cada uno de los miembros del equipo.
Es decir, fijamos una meta conjunta, asignamos tareas y dejamos un tiempo para la profundidad (mínimo un día). Tras este lapso de tiempo, compartimos de forma ordenada y estructurada los avances y repetimos el ciclo.
Finalmente, nos gustaría cerrar esta regla con un tema espinoso: ser perezoso. En palabras de Cal, la ausencia de ocupación no es vagancia, sino algo indispensable para el cerebro. Al igual que una dieta alimentaria, necesitamos una dieta mental para descansar.
Por lo general, una persona puede trabajar de forma profunda durante 4 horas al día, sin perder calidad. 4 horas no tiene por qué ser poco tiempo, siempre y cuando sea tiempo de calidad.
Regla 2: Abrir las puertas al aburrimiento
La multitarea puede estar volviéndonos «tontos». Las personas que hacen multitasking acostumbran al cerebro a vivir crónicamente distraídas.
Ponen en funcionamiento partes muy grandes del cerebro que son irrelevantes para la tarea en cuestión. Buscan ansiosamente la irrelevancia y, fruto de esta búsqueda, desempeñan sus labores de forma poco eficiente.
Para evitar este fenómeno, Newport nos sugiere hacer pausas ocasionales en la concentración, y no en la interrupción. Para ello, en lugar de programar el tiempo de trabajo profundo y concentración, programa el tiempo de distracción, asumiendo que el resto debe dedicarse a la profundidad.
Puedes crear «bloques de Internet», donde consultarás las herramientas digitales. Fuera de estos bloques, solo habrá profundidad.
La meditación productiva
Esta forma de meditación consiste en aprovechar momentos de ocupación física, pero no mental (andar, correr, conducir, ducharse), para concentrarse en un problema único y bien definido. Para ello, Cal utiliza el siguiente esquema:
– Comienza revisando las variables relevantes para la resolución del problema. Por ejemplo, si estás intentando dar forma al nuevo capítulo de tu libro, las variables serán los puntos principales que quieres abordar en él.
– Una vez hecho esto, plantea una pregunta que deba resolver usando esas variables y que apunte hacia el siguiente paso. En el ejemplo del capítulo, la pregunta podría ser «¿Cómo voy a comenzar este capítulo de manera eficaz?».
– Finalmente, Cal consolida lo avanzado, mediante una revisión de la respuesta que ha identificado. En este punto, suele repetir el proceso, introduciendo otra variable más profunda o un tema distinto.
Cal es un poco hater de las redes sociales, aunque no le falta razón. Según él, las personas adoptamos una mentalidad errónea a la hora de usar las nuevas herramientas digitales.
La mentalidad de «cualquier beneficio es bienvenido», como él la llama, se basa en justificar el uso de una herramienta digital si vemos algún beneficio en usarla o una posible pérdida en no hacerlo, sin tener en cuenta que, en un plano general, puede traer más consecuencias negativas que positivas.
En el ejemplo del libro, Newport valora si un escritor necesita estar en Twitter, como forma de contactar con el público. En líneas generales, la inversión de tiempo no merece la pena, ya que es preferible que dicho escritor se dedique a las actividades clave que sustentan su trabajo: escribir e investigar. Antes de usar herramientas digitales, valora tus actividades clave y si, al usar dicha herramienta, esta favorecerá su consecución.
Una buena técnica para determinar si las herramientas digitales que manejas te son necesarias es no utilizarlas durante 30 días. Pasado este período, hazte dos preguntas:
- ¿Habrían sido mejores los últimos 30 días si hubiera podido utilizar dicha herramienta?
- ¿Le importó a la gente que yo no estuviera utilizando ese servicio?
Si la respuesta es «no» en ambas preguntas, puedes abandonar el servicio. Si la respuesta es ambigua, te tocará decidir qué es aquello que más te conviene. Si es «sí», adelante, úsalo (y haz llorar al pobre Cal).
Regla 4: Eliminar lo superficial
Aunque puede resultar extremo, Cal apuesta por programar cada minuto de tu día, dejando espacio a la espontaneidad. Si una tarea le consume más tiempo del que había planificado, reestructura su planificación, teniendo en cuanta las horas de las que dispone. De esta forma, Cal puede reestructurar varias veces su día, sin sentir la típica sensación de ir con el tiempo justo permanentemente.
Unida a esta estrategia, Newport apuesta por la productividad con programación fija. Esta consiste en no trabajar a partir de cierta hora, obligándote a mejorar la concentración y la profundidad durante las horas de trabajo. De esta forma, reducimos las labores superficiales sin afectar a la calidad del trabajo.
Finalmente, Cal aboga por «ser difícil de contactar». A la hora de recibir y contestar correos, es estricto con el valor de su tiempo. Para ello, contesta sus correos haciéndose esta pregunta:
¿Cuál es el proyecto que presenta este mensaje y cuál es el proceso más eficiente (en cuanto al número de mensajes que se van a generar) para darle una buena conclusión?
De esta forma, redacta correos largos y explícitos, que permiten reducir el volumen de respuestas ambiguas. Aunque, si quieres llevarlo al extremo, puedes no responder en absoluto, siempre que: el mensaje sea ambiguo, tu respuesta excesivamente larga y compleja, el mensaje no te interese o nada bueno o malo ocurriría, con independencia de contestar o no. Es algo estricto y utópico (incluso excesivo), pero, obviamente, ahorra mucho tiempo.
Otros puntos críticos que se podrían debatir:
(1) Ego Depletion: en un estado de agotamiento mental, la capacidad de autocontrol queda dañada. Lo que explica por qué al final del día acabamos procrastinando mucho.
(2) Deep Work habla de cómo optimizar una tarea, no de qué tarea elegir para optimizar. Eso sigue siendo una pregunta abierta, posiblemente fuera de los limites de la ciencia (un problema no computable).
(3) Deep Work es muy difícil para CEOs o cualquier trabajo que no tenga KPIs (indicadores de rendimiento) claras (e.g. ser padre). Poner KPIs a estas tareas se podría considerar un comportamiento extraño o incluso sociopático.
(4) Internet te “spoilea” la vida, quita la emoción de descubrir cosas desconocidas en un mundo en que todo se puede conocer a través de navegación web. Corolario: se viaja más, pero se disfruta menos.
(5) Ordenar la vida demasiado puede, paradójicamente, reducir el placer de la vida — aunque a la vez se reduzca la ansiedad. Puede que haya una relación entre ansiedad y disfrute por descubrir.
(6) La sensación de control nos calma. Para algunos igual programar no es más que una manera de ejercer control, no diferente de lo que procrastinar para otros: hojear el Marca o Instagram durante horas.
(7) El Deep Work es de alguna manera, una forma de egoísmo, que implicar ignorar a los demás durante grandes periodos de tiempo. Uno de los mayores propósitos del Deep Work es evitar cualquier distracción, incluso pasando de tu mujer o hijos, que pasan ser tareas de un To-do List.
(8) La mayoría de las recetas de Deep Work vienen de la cultura popular, lo cual nos dice que la eficiencia es algo que históricamente tiene raíces en el pasado. ¿Por qué estamos tan obsesionados con el crecimiento económico, la eficiencia y el progreso? ¿Es el capitalismo que nos empuja o es innato en la naturaleza humana?
¿Vas a comprometerte este curso con el trabajo profundo? Está comprobado que cuando nos concentramos en nuestro trabajo es cuando conseguimos mejores resultados.
Como siempre, estás invitado a hacer tus comentarios en nuestras redes sociales, estaremos encantados de leerte. Ánimo con la profundidad.