Oscars 2022: Valoramos las nominadas a Mejor Película
2021 fue un gran año de cine. Los Óscar de este año han sabido medir bastante bien lo que es la producción cinematográfica del año. Toca analizar las 10 nominadas a Mejor Película que optan al Óscar el próximo 27 de marzo en la edición nº 94.
Belfast (7 nominaciones)
El director Kenneth Branagh recrea su infancia en un barrio de Belfast cuidando hasta la extenuación todo tipo de encuadres, movimientos de cámara y fotografía en blanco y negro mezclada con color en sus momentos de realismo mágico. La película, vehiculada toda a través de la mirada naíf del Branagh niño al nacimiento de la violencia irracional pero con coartada política-religiosa en el país pero también entre sus propios vecinos acaba por contagiar también algo de esa ingenuidad al propio film cuyo manierismo formal llega por momentos a comerse el propio relato.
Lo mejor: Ciarán Hinds y Judi Dench, cuyo carisma y talento se ha visto recompensado con sendas nominaciones.
CODA (3 nominaciones)
Remake de la exitosa (por taquillera) película francesa La familia Bélier de 2014, CODA es la feel-Good movie de estos premios Óscar. Un relato entrañable y, por momentos, muy divertido, que pone en escena la historia de la hija menor de una familia cuyo resto de integrantes son todos sordos, por lo que dependen de ella en muchos casos, y cuyo máximo sueño es entrar en una universidad de canto. Película tan amable como anodina, retiene toda su fuerza en el carisma de sus actores que hasta pueden llegar a hacerte olvidar que esta película la has visto 100 veces antes.
Lo mejor: Nos da la alegría de devolvernos a una estupenda Marlee Matlin, 35 años después de ganar el Óscar por Hijos de un dios menor (1986).
Drive My Car (4 nominaciones)
El cineasta japonés Ryūsuke Hamaguchi hace historia como lo hicieron en su día Costa-Gavras, Michael Haneke y Bong Joon-ho al lograr que su película entre en los Óscar en la doble categoría de mejor película extranjera y mejor película. Un hito para una cinta japonesa de tres horas de duración que, además, lo merece. Drive My Car puede ser sin problema la mejor película de 2021. Es una adaptación libre de un relato de Haruki Murakami. es una película delicada, emocionante y precisa historia de pérdida y superación tejida a través de las conversaciones entre un autor teatral y su joven chófer.
Lo mejor: Más que una historia de amor, es una historia sobre cuál es el misterio que envuelve el acto de amar, de enamorarse y de que te rompan el corazón. Parece fácil pero ahí está el truco porque esta película aborda la complejidad de las relaciones humanas de la forma más sencilla y directa posible equilibrando con igual belleza la tristeza y la felicidad.
Dune (10 nominaciones)
Una película de dimensiones colosales que, sin embargo, sabe manejar con inteligencia y exactitud todos aquellos detalles que la conforman. Es un blockbuster de autor plagado de imágenes scifi más grandes que la vida, que es capaz de igualar la épica formal con la emocional, tirando tanto de Douglas Trumbull como de William Shakespeare.
Lo mejor: Denis Villeneuve demuestra que el cine mainstream más espectacular (un reparto estelar, un diseño de producción de llorar, grande en las batallas y en las peleas cuerpo a cuerpo) también puede estar plagado de actitud y personalidad. Una película que más que trabajar la nostalgia del pasado incendia la fascinación de lo que está por venir.
El callejón de las almas perdidas (4 nominaciones)
Al igual que ocurre con CODA, Dune y West Side Story, también existe un film precedente: el clásico noir de 1947 de Edmund Goulding con Tyrone Power como protagonista. El director de El laberinto del fauno, siempre fiel a su corazón fantástico, se lo pasa en grande readaptando la novela de William Lindsay Gresham potenciando su lado más tenebroso y macabro. El resultado, aunque sugestivo, es ambivalente.
Lo mejor: Si bien Del Toro es capaz de cruzar con estilo el bizarro mundo de las ferias ambulantes con la oscuridad de sus personajes, parece quedarse parado cuando le toca moverse en el fango de las emociones humanas de la segunda parte de la película. Aún así, una alegría volver a ver a Del Toro en el podio de 2021.
El Método Williams (6 nominaciones)
Biopic deportivo con las formas de un melodrama televisivo de sobremesa, El Método Williams cuenta la educación tiránica de las hermanas y estrellas del tenis, Venus y Serena Williams, a cargo de su Padre, ese King Richard al que hace alusión el título original. Vehículo de lucimiento interpretativo a la caza del Óscar para el actor Will Smith, el tercero tras En busca de la felicidad (2006) y La verdad duele (2015).
Lo mejor: la película logra un difícil equilibrio entre la exigencia y también la protección. Cuenta todo el método que siguió el padre para convertir a sus hijas en grandes campeones de tenis sin que dejaran de ser niñas, de estudiar, sus creencias, valores… Es una interesante película desde el punto de vista deportivo y pedagógico, y tiene el gran valor de la interpretación de Will Smith.
El poder del perro (12 nominaciones)
En un año ciertamente reñido y con grandes películas optando a premio es probable que la película de Jane Campion sea la que parte como favorita. Apoyada en unas soberbias interpretaciones, Cumberbatch a la cabeza, que acompañan perfectamente a unos personajes realmente complejos, El poder del perro acaba por resultar fascinante en su cruce imposible genérico. Es wéstern, drama, romance y coronándolo todo tiene también sus puntos de terror.
Lo mejor: Campion mima cada imagen otorgando a éstas una ambigua textura entre lo orgánico y lo telúrico convirtiendo interiores y exteriores en zonas de zozobra emocional donde cada mínimo detalle cuenta porque entre todos están tapando el verdadero corazón envenenado de la película. Todo ello perfectamente punteado por el delicioso score que le ha regalado Jonny Greenwood.
Licorice Pizza (3 nominaciones)
Tercera nominación al Óscar a mejor película que recibe Paul Thomas Anderson tras las infructíferas nominaciones a Pozos de ambición en 2008, el año en que ganó No es país para viejos de los hermanos Cohen, y El hilo invisible, el año que ganó Guillermo del Toro con La forma del agua. Licorice Pizza, con su aroma Robert Altman de los años 70 o al Richard Linklater de los 90, es al mismo tiempo un ejercicio fílmico tremendamente sofisticado como una película que hace de su ligereza, su belleza y su alegría de vivir su principal razón de ser.
Lo mejor: alegría de vivir, alegría de amar, de enamorarse, de tropezar una y mil veces y aún así levantarse para seguir adelante, siempre en movimiento, a ser posible en coche o camión sin gasolina, pero también corriendo desesperadamente hacia ese amor al que negamos a renunciar. Paul Thomas Anderson retrata ese verano de juventud que en realidad ninguno de nosotros llegamos a vivir y, sin embargo, lo hace tan cercano, real y palpable que parece que forme parte ya de nuestras vidas.
No mires arriba (4 nominaciones)
Segunda película de Netflix en las nominaciones, junto a El poder del perro, que confirma la simpatía que tiene la academia por el cine acelerado, satírico y en decoupage continuo del director Adam McKay. No mires arriba funciona principalmente por acumulación, una cascada interminable de imágenes, chistes, tramas y personajes en autoparodia continua, todos ellos interpretados por grandes estrellas buscando hacer sangre de la sociedad estadounidense devorada por las nuevas tecnologías, el capitalismo y el consumismo desaforado, la banalización y el odio del ser que germina en las redes sociales, las fake news y los políticos basura.
Lo mejor: no hay que disfrutarla como una comedia exagerada sino sufrirla como un documental hiperrealista. Podrá gustar más o menos pero lo que sí ha hecho ha sido cabrear a todo el mundo y ese mérito hay que concedérselo.
West Side Story (7 nominaciones)
De todos los remakes nominados, el referente más difícil de igualar era sin duda el de West Side Story de 1961 de Robert Wise con música de Leonard Bernstein y letras de Stephen Sondheim. Clásico indiscutible de la historia del cine, ganador de 10 premios Óscar, incluyendo mejor película, toda la carrera hasta su estreno estuvo acompañada de la pregunta ¿pero por qué es necesario un remake? Tenía que ser el maestro Steven Spielberg, uno de los mejores directores de la historia del cine (Tiburón, En busca del arca perdida, Encuentros en la tercera fase, E. T., La lista de Schindler, Salvar al soldado Ryan, A.I. Inteligencia Artificial, Minority Report, La guerra de los mundos, Lincoln, etc), con su West Side Story nos ha entregado una obra maestra absoluta tottal sin paliativos. Una muestra de clasicismo cinematográfico apabullante con una puesta en escena deslumbrante a la hora de dar forma al musical y era la primera vez que Spielberg tocaba el género.
Lo mejor: cada plano, cada gesto dentro del plano, cada color de cada gesto dentro del plano, es de una belleza desorbitante, pero es que además adecúa la historia clásica de herencia shakesperiana perfectamente a la norteamérica y al mundo de hoy en día en un discurso claro y frontal frente al racismo, frente al odio, que no es más que una declaración de amor al propio amor, a la propia vida y al propio cine.
Y hasta aquí nuestro repaso.
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