¿No te puedes concentrar? Prueba el método Ivy Lee
Hoy en día el mundo está revolucionado, pero eso no significa que tu estudio deba salirse de control. Este cuatrimestre, toma las riendas para estudiar a tu manera, así podrás sentirte seguro y listo para enfrentar nuevos desafíos a medida que se presenten. Consulta estos recursos que te ayudarán a concentrarte, alcanzar la fluidez y abordar este año con intención. ¡Tú puedes lograrlo!
Ivy Lee fue un famoso consultor de productividad que a principios del siglo XX creó el método Ivy Lee para mejorar el rendimiento de sus clientes. Revisemos los conceptos clave de este método para que los apliques a tu rutina:
Método Ivy Lee:
(1) Realiza una lista diaria de tareas a realizar: implica que tengas clara tu calendarización.
(2) Dales un orden de prioridad a cada una.
(3) Concéntrate en una tarea a la vez hasta acabarla.
(4) Concentrarse en 1 tarea hasta terminarla.
(5) Si no se terminan, puedes reprogramarla.
El trabajo profundo (Deepwork) tiene en cuenta 4 filosofías:
- Filosofía Monástica: procura reducir o eliminar aquellas tareas superficiales.
- Filosofía Bimodal: trata de reducir al máximo las distracciones.
- Filosofía Rítmica: si te das cuenta que estás entrando a un estado de flow con tu trabajo, no lo cortes, sé flexible con tu tiempo de trabajo.
- Filosofía Periodística: tener deadlines (vencimientos) que nos fuercen a trabajar concentrados exclusivamente en una tarea y que al mismo tiempo destinemos otros períodos de tiempo para descansar y desconectar.
Para producir a tu nivel máximo, necesitas trabajar durante períodos prolongados con plena concentración en una sola tarea sin distracciones. Dicho de otra manera, el tipo de trabajo que optimiza su rendimiento es un trabajo profundo. Cal Newport, Depp Word: Reglas para el éxito enfocado en un mundo distraído
¿Y si nada funciona? Te dejamos un último consejo:
Reserva tiempo para el contacto con la naturaleza: la naturaleza suele producir descanso y es sanador en muchos aspectos. Resulta muy adecuada para ayudar a centrar y calibrar nuestras emociones y recuerdos. Cuando nosotros tomamos una actitud de observación y contemplación de inmediato nuestros ritmos naturales tienden a regularse y a bajar de los niveles de estrés a los que estamos acostumbrados. El solo hecho de salir del propio círculo de preocupaciones y pensamientos y acercarnos a la naturaleza en una actitud contemplativa ya supone una especie de recreo y descanso dentro de nuestras tensiones y preocupaciones. La naturaleza está llena de regalos.